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Café Mambo tuvo un comienzo humilde, pero lo que comenzó con la pequeña chispa de una idea y una finca en ruinas en las rocas costeras de San Antonio se ha convertido en un fenómeno mundial. Establecida en 1994 por Javier Anadon, la primera fiesta de apertura de Mambo se llenó en gran parte gracias al boca a boca (¡así era como lo hacían en ese entonces!) y la banda sonora de The Time's They Are A-Changin' de Bob Dylan, una melodía que resultó profética . En poco tiempo, Café Mambo era la entrada más popular de la ciudad y todos, desde miembros de la industria de la música hasta turistas y lugareños, competían por un lugar para la puesta del sol.
Javier sabía que estaba en algo especial y, a lo largo de los años, vio cómo ascendía la estrella de Mambo, atrayendo a multitudes internacionales. Estaba en el corazón de la escena en los salvajemente hedonistas años 90 y en el transcurso de las próximas décadas, el lugar creció en estatura para igualar el atractivo mundial de la isla. La lista de momentos memorables únicos en la vida es demasiado larga para detallarla, pero cualquiera que haya experimentado el rugido de la multitud de Mambo cuando el sol se oculta en el horizonte sabe exactamente a qué nos referimos.
Hoy, el Mambo es un rito de iniciación ibicenco. Sinónimo de espectaculares puestas de sol de la costa oeste y famoso en todo el mundo por albergar legendarias pre-fiestas para los superdiscotecas de Ibiza todas las noches de la semana, es el segundo hogar de DJ superestrellas como Steve Aoki, Fisher, Camelphat, Martin Solveig y el legendario Swedish House. Mafia. Carl Cox, Pete Tong, Benny Benassi, Boy George, Sasha, Judge Jules y muchos, muchos más también son asiduos y auténticos expertos cuando se trata de sonorizar las últimas luces del día y convocar a la siempre impredecible noche de Ibiza.
Los asientos en el exclusivo restaurante junto al mar de Mambo tienen una gran demanda y las mesas VIP, distribuidas alrededor de la cabina del DJ para una experiencia personal y cercana con talento de clase mundial, siempre se agotan; recomendamos reservar un lugar con mucha anticipación a su visita.
En esencia, Mambo sigue siendo una empresa familiar, y es por eso que Javier pasó el relevo a sus hijos, a quienes probablemente conocerás como los hermanos Mambo. Hoy, residen en el lugar, asegurando que el espíritu único de Mambo permanezca completamente intacto. Con un ambiente único en la isla, un lugar donde la gente se reúne para celebrar las delicias de la vida de la isla blanca, Mambo se considera, con razón, un ícono ibicenco moderno. Ven al atardecer, toma uno de nuestros daiquiris de fresa y prepárate para el viaje de tu vida.